"NOS FALTAN 3", documental

 


"Nos faltan 3", es la consigna que se elaboró desde el 26 de marzo del 2018, tras el secuestro de tres miembros del diario "El Comercio", consigna que ha sido utilizada como nombre del documental realizado por Gabriela Loja y Marisol Pesantez, también periodistas, quienes en ese año, se encontraban estudiando la carrera de periodismo en Cuenca y formaron parte de los distintos plantones realizados por este caso.

¿De qué trata el documental?
El documental reconstruye el caso del periodista Javier Ortega, el conductor Efraín Segarra y Paúl Rivas, fotógrafo. Quienes se encontraban realizando un reportaje en Esmeraldas, cerca de la frontera entre Ecuador y Colombia, puesto que meses atrás se reportaron distintos ataques por parte del Frente Oliver Sinisterra, una fuerza disidente de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En este viaje, los tres periodistas salieron en búsqueda de una noticia, salieron del hotel que se encontraba en San Lorenzo y no regresaron, esto sucedió el día 25 de marzo del 2018, no obstante, al día siguiente los familiares y personas allegadas a los periodistas fueron notificados de que los mismos habían sido secuestrados, presuntamente por  Walter Vivas, alías El Guacho, quien horas antes se había comunicado con el Jefe de Gestión Logística del Distrito de Vigilancia de San Lorenzo avisando que tenía a tres personas detenidas.
En este documental se realizan diferentes entrevistas a familiares, parejas y periodistas allegados a las víctimas, en donde comentan cómo se enteraron de la noticia y cómo fueron los 10 días llenos de angustia, existió una supuesta liberación la cual informó el diario "El Tiempo", quienes manifestaron que esa noticia se las había informado Luis Carlos Villegas, Ministro de Defensa de Colombia, en ese entonces. Por otro lado, Guacho enviaba videos de los periodistas con la misma ropa, e incluso encadenados, en donde Javier Ortega manifestaba las condiciones para que Guacho los dejara libre, la liberación de sus hombres y el libre tránsito de droga.
Pasaron los días y no hubo acuerdo, y no fue hasta el 13 de abril del mismo año que se confirmó el asesinato de los tres miembros del diario El Comercio.  Se realizaron plantones durante y después de este suceso, se filtraron fotografías de los cuerpos y estos al fin fueron hallados después de dos meses en Tumaco, Colombia.
Muchos periodistas independientes comenzaron a investigar por su cuenta, puesto que los diarios omitían mucha información que no hacían más que confundir a quienes seguían el caso.
Muchos determinaron que sin duda, este suceso ocurrió por negligencia del gobierno ecuatoriano, quienes no supieron actuar en su momento y no comunicaron ni a los familiares, lo que estaba ocurriendo con los periodistas. 
Este documental nos muestra distintas perspectivas del caso, no solo desde el dolor de los padres, hijos, hermanos y parejas de las víctimas, sino también de sus compañeros de trabajo y colegas quienes presionaron al gobierno por respuestas, respuestas que hasta la actualidad, no se han dado.

Marcha de familiares y amigos del equipo de diario El Comercio, el 19 de abril de 2018. - Foto: @NosFaltan3 https://www.primicias.ec/noticias/sociedad/investigacion-parada-violencia-asesinato-el-comercio/


Más allá del documental...
Al final del documental, se muestran distintas fotografías y nombres de periodistas que han fallecido por hacer su trabajo dentro del campo del periodismo, muchos de ellos, fotógrafos.
Carreras que incluyen dar a conocer noticias, visibilizar ciertas situaciones y sumergirte en un lugar que represente peligro, son carreras por las que tienes que estar dispuesto a dar todo, incluso tu vida. El tener una cámara en mano, el filmar, el investigar más allá de lo superficial, resulta ser una responsabilidad muy grande como también una amenaza para aquellos que están envueltos en estos eventos.
Lamentablemente Ecuador, a pesar de que en su momento está envuelto en una problemática política y social basada en la inseguridad, delincuencia y narcotráfico, no está preparada para casos que involucren y atenten contra el bienestar de sus ciudadanos, sobre todo, personas que abarquen ámbitos sociales y comunicativos.  Además, este caso, uno de muchos, no solo demuestra la poca empatía e interés sobre resolver este tipo de casos, sino, que hay mucho por trabajar por la libertad de expresión, ya que no solo las personas atentan en contra de ellas, sino las mismas autoridades que deberían proteger a los ciudadanos y motivarlos a alzar la voz mediante su sistema de comunicación. 
Si bien es un derecho que debe respetarse, hay que tener en cuenta cómo se están manejando este tipo de casos en el país y en el extranjero, por lo cual, es menester tener cuidado con lo que hacemos, decimos y cómo lo decimos. Muchas veces no somos conscientes de que la información que tenemos en nuestras manos o estamos próximos a tenerla, puede ser muy poderosa, hay que tener en consideración cómo obtenerla y cómo manejarla para el bien de los demás y sobre todo, el nuestro. 

Texto: Sofía Dután.

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