"Payasito la lección, de la esquina a la estación, tu mamita sin calzón, y tu taita cabezón", una de las coplas con la cual se inauguró la semana de los Inocentes en la ciudad de Quito-Ecuador.

El día de los Santos Inocentes se celebra el 28 de diciembre (día en que empezó el evento), fecha en donde la gente acostumbra hacer bromas y contar chistes a todos sus allegados. Para celebrarlo, un grupo de chicas junto a varias instituciones como: el Municipio de Quito, el Instituto Metropolitano de Patrimonio, la Plaza Arenas, entre otros, se han reunido para crear una temporada de los inocentes, de cual inició el 28 de diciembre y culminó el seis de enero, sin embargo, la celebración no quedó ahí, el 7 de enero se realizó una Fiesta de los Inocentes para celebrar la culminación de esta temporada.

La fiesta de los inocentes consistió en un recorrido desde el Mercado Central hasta la Plaza Arenas, en donde una banda de pueblo acompañaba a bailarines, cantantes y a un grupo de niños disfrazados. 

Al llegar a la Plaza Arenas, comenzaron las actividades, la mayoría direccionadas para niños pequeños,  como concurso de disfraces, piñata, bailes, juegos tradicionales, entre otros. En adición, tuvimos la participación de dos artistas que motivaron a los adultos a zapatear por todo el patio de la plaza.

Acompañados de chicha, buñuelos y payasos en zancos, los adultos también fueron partícipes de grandes actividades, como el concurso de coplas y el juego del limón. Este evento no solo se realizó por la temporada de los inocentes, sino para homenajear un año más desde la inauguración de la Plaza Arenas, por lo cual se brindó unas palabras a la misma y a todas aquellas personas que son parte de ella, y sobre todo, se brindó un agradecimiento a todos aquellos que han tenido su local en la Plaza, desde sus inicios.





El ambiente estuvo extraordinario. Muchas personas fueron con sus cámaras para documentar todo lo que ocurría en el evento y la gente nos dio una buena acogida. Se sintió la amabilidad y el cariño de los organizadores hacia todo aquel que fue partícipe del evento. Y sobre todo, fue lindo ver cómo la gente se divertía, cómo familias enteras bailaban y aplaudían para que sus hijos ganaran en el concurso de disfraces.
Sin duda estos eventos recreativos no solo une a la comunidad, sino, nos recuerda de dónde venimos y continuamos con estas increíbles tradiciones.

-Cejas.


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