El fotógrafo y el cartero: El crímen de Cabezas.

 "No se olviden de Cabezas", lema simbólico que movió a toda Argentina desde 1997 tras el asesinato del fotógrafo y periodista gráfico, Luis Cabezas; hecho que se registra en el documental "El fotógrafo y el cartero: El crímen de Cabezas" en Netflix. 

Este documental, creado y dirigido por Vanessa Ragone y Alejandro Hartmann, nos permite ser testigos de unos de los hechos más importantes dentro del mundo de la comunicación en Argentina. 

Entrando en contexto, en 1996, Argentina estaba bajo el gobierno de Carlos Menem, político y abogado argentino elitista, cuyas ideas de gobierno se basaba en la ostentación del poder, riquezas y vínculos sexuales, actos sin represalias; y es que "el poder es impunidad", tal como lo dijo Alfredo Yabrán, uno de los hombres de negocios más importantes de Argentina, dueño de empresas influyentes de seguridad y correo, y también, líder del asesinato de Luis Cabezas. 

Tal como lo mencioné anteriormente, Yabrán es un hombre de influencias, según él, tomarle una fotografía era como pegarle un balazo en la frente, y eso fue lo que Cabezas hizo. Una fotografía de él junto a su esposa en la playa de Pinamar, desató no solo un escándalo sobre el regreso de Yabrán, sino el motivo por el cual Cabezas sería encontrado esposado y quemado dentro de un vehículo un año después. 

Este documental no solo es una recopilación de archivos de un asesinato, es un símbolo de lucha y una manera de honrar la frase inicial "No se olviden de Cabezas", la cual surge como un discurso político y social para mantener viva la lucha de libertad de expresión y no caer en las redes de los medios de comunicación que pretenden tapar una noticia por otra.

Este fue un asesinato político. Y lo mencionamos dentro de este blog no solo por la simpatía que sentimos porque compartimos una vocación con Cabezas, sino porque fue una persona, un ser humano asesinado por hacer su trabajo, tomar fotografías. Y este peligro es constante, vemos que es algo contemporaneo porque sus asesinos (El Horno, grupo que ayudó a Habrán con el asesinato) salieron de la cárcel entre 2004 y 2007. 

No hay que subestimar el poder de las personas, mucho menos de la imagen. Cabezas trabaja como cámaras análogas, fotografías en rollo, revelación en laboratorio, nosotros tenemos acceso a herramientas mucho más versátiles, herramientas que pueden ser un arma de doble filo.  

No puedo sugerir, con este documental, que no tomen fotografías controversiales, porque todas la son; tampoco que no compartan fotografías delicadas, no puedo sugerir nada más que sigan haciendo lo que hacen, porque lo que nosotros hacemos importa. Importa tanto que se generan estos conflictos sociales y políticos que a veces terminan en tragedia, pero es parte de nuestro trabajo, solo hay que saber cómo hacerlo.


-Cejas.



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